Una familia se fotografía en la playa de Ril de Burela, una pequeña cala con forma de concha formada por arenas blancas de grano grueso, situada junto a los campos de cultivo de la localidad.
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| Panorámica de la playa de Ril de Burela. |
El modelado granítico crea formas curiosas. Visto desde el paseo marítimo de Burela, las rocas que aún resisten los embates del mar en medio de la concha asemejan el caparazón de una tortuga y el bolo escogido como fondo del retrato recuerda la forma de su cabeza.
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